¿Qué vinos beberemos en 2020?

Veganos
El aumento en la elaboración de vinos sin emplear productos derivados de animales está al orden del día. Clarificantes como la albumina de huevo o la caseína (obtenida de la leche) están dejando paso a productos de origen vegetal como las proteínas de trigo o de guisante.
De baja graduación
El cambio climático comporta un inevitable aumento en la graduación de los vinos, mientras que las tendencias en cocina parecen virar hacia platos más ligeros. Sin duda, los vinos de menor graduación ganarán protagonismo y esto beneficiará a las regiones más frías o a los viñedos plantados en altitud.

En lata
Esta tendencia está ganando adeptos a pasos agigantados en el Nuevo Mundo, mientras la vieja Europa muestra aún ciertas reticencias. Es sólo cuestión de tiempo que la lata se imponga entre los más jóvenes si queremos que el vino empiece a consumirse a una edad temprana.

Clásicos
Después de apuestas como el vino azul, son muchos los paladares que necesitan regresar a la zona de confort y, esto, en el mundo del vino, significa volver a los clásicos.

Ecológicos
Con una evidente preocupación por el planeta derivando en un aumento del consumo de alimentos ecológicos, parece obvio que el vino no podía permanecer al margen durante mucho tiempo. El proceso será lento, pero progresivamente entenderemos que cuantos menos químicos consumamos, mucho mejor.
Llamativos
Los nombres curiosos y las etiquetas de diseños o colores que atraen nuestras miradas siguen siendo un gancho a tener muy en cuenta.

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